Ministerio de Igualdad

Montero gasta 18.148 € en saber si las mujeres tienen más orgasmos con su pareja o masturbándose

Irene Montero
Irene Montero.

Irene Montero, a través del Instituto de las Mujeres, ha adjudicado por 18.148 euros un contrato menor para realizar un estudio sobre La sexualidad de las jóvenes en el contexto español. Concluye que el tipo de relaciones más frecuentes son el «sexo con otra persona con penetración vaginal (pene-vagina)» (74,6%), seguido de la «autoestimulación (masturbación)» (66,5%).

El departamento de Igualdad justifica esta investigación de 74 páginas sin contar anexos sobre los hábitos sexuales de las jóvenes para «comprender el modo en que practican, viven o se relacionan con el sexo y el placer sexual». La práctica más habitual entre las entrevistadas –1.500 mujeres de entre 18 y 25 años– es «la penetración vaginal». Califican como «llamativo» que la masturbación registre «un porcentaje ligeramente inferior al sexo con otra persona mediante la penetración». «El canal de acceso al placer aparece así, para algunas mujeres, condicionado en cierto modo a la concurrencia de un otro, sugiriendo la vigencia de ciertos tabúes o estereotipos que operan de manera diferente entre ambos géneros».

«El sexo con otra persona sin penetración es el siguiente tipo de práctica más mencionada por las jóvenes (52,4%), seguida en último lugar por la penetración anal (25,1%). Por su parte, un 11,7% declara no haber mantenido nunca relaciones o prácticas sexuales de ningún tipo», constata el estudio.

Frecuencia

Al preguntar por la frecuencia de sus relaciones sexuales con otra persona, la respuesta más habitual de las jóvenes es la de «varias veces a la semana» (33%). Le siguen quienes señalan una periodicidad de carácter semanal (22,6%) y mensual (19,8%). Un 3,9%, de manera diaria. Más de la mitad de las entrevistadas, un 57,7%, señala que ha tenido sexo con otra persona sin apetito o deseo sexual.

También el Ministerio de Irene Montero, a través de la empresa contratada, ha pedido a las jóvenes españolas que expliquen los motivos de no mantener relaciones sexuales con penetración a las que no lo han hecho. Entre otras, admiten respuestas como «creo que es pecado / inmoral», «no he conocido a ninguna persona con quien me haya apetecido, «no quiero quedarme embarazada», «no me quiero contagiar de ninguna infección o enfermedad», «mi entorno familiar no estaría de acuerdo», «creo que no tengo la edad adecuada» y «no me siento preparada».

Extracto del estudio.

Otro de los puntos fuertes del documento impulsado por Irene Montero tiene que ver con los orgasmos. «La frecuencia de sus orgasmos emergen como aspecto que genera un menor grado de satisfacción entre las jóvenes. En el extremo opuesto, el placer de la autoestimulación resulta la más satisfactoria. Le siguen otros, tales como la manera en que su o sus parejas sexuales toman en consideración sus necesidades», se relata.

Preguntan a las entrevistadas precisamente sobre «la frecuencia de sus orgasmos». El 4,9% se declara «nada satisfecha»; el 15,5%, «poco satisfecha»; el 36% se reconoce «satisfecha»; el 25,9%, «bastante satisfecha» y el 17,7%, «muy satisfecha».

Otras de las preguntas.

Porno

Sobre pornografía se refleja que un 37,3% de las jóvenes afirma haber mantenido conversaciones o intercambio de imágenes de índole sexual a través de la red (sexting). Aproximadamente una cuarta parte (24,3%) ha empleado, además, aplicaciones de citas tales como Tinder, Badoo o Bumble. La edad media de inicio en el consumo de pornografía entre las mujeres jóvenes es de 15,5 años.

A modo de conclusión, se aplaude que «las jóvenes muestran la quiebra, o al menos el cuestionamiento, de ciertos patrones tradicionales. Desvinculan estereotipos como la unión del concepto sexo con el amor o el de que los hombres tienen mayor deseo sexual. Además, critican la pornografía como escaparate ficticio de las relaciones sexuales basadas eminentemente en la satisfacción del deseo masculino, y condenan las dinámicas de hipersexualización y objetivación sexual a las mujeres».

«Falocentrismo»

El informe de Irene Montero agradece que «entre las jóvenes hay claras señales de querer dejar atrás la mirada falocéntrica predominante en la sexualidad». Es decir, que los penes están en el centro de la sociedad. La edad de media de la primera relación sexual con penetración es de 16,7 años. No obstante, los testimonios de las jóvenes articulan «una crítica a las presiones, estereotipos y falocentrismo que rodean al concepto de la virginidad».

El método anticonceptivo usado más habitualmente es, de lejos, el preservativo masculino (83,6%). El 43,5% ha acudido en alguna ocasión a métodos anticonceptivos de emergencia (píldora del día después o aborto) (sic). Un 67,4% de las mujeres ha recibido comentarios sexuales o sexistas inapropiados en espacios públicos, un 46% ha recibido imágenes o comentarios de índole sexual sin su consentimiento en redes sociales y un 36,2% ha sufrido tocamientos sexuales no deseados y al descuido.

Las jóvenes que se definen como heterosexuales llega al 72,9% de la muestra. Consideran «especialmente reseñable la proporción de jóvenes identificadas con la bisexualidad, el 18,5%, muy superior a la de mujeres que se definen como homosexuales (2,6%)». La encuesta estudia también otras formas y expresiones alternativas de la orientación sexual. Así, un 2,2% de las entrevistadas se considera asexual y un 3,6% prefiere no definirse o no se identifica con ninguna de las etiquetas previas.

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